Merci beaucoup, Paris
Una semana después seguimos recordando el recibimiento que nos hizo de nuevo Paris durante el congreso Omnivore. Fuimos con ganas de disfrutar y compartir experiencias con los más reputados chefs europeos y nuestra apuesta era presentar el Foie vegetal, jugo de alga dulce acidulado y cilantro en la cuna del Foie-gras. Una provocación por nuestra parte que nos dio lugar a mostrar una cocina con identidad y pura, una culinaria esencial con el que nos proponemos sorprender con productos cotidianos de una manera limpia utilizando uno, dos o tres productos en el mismo plato.
A nuestra llegada nos encontramos con la mejor bienvenida: éramos portada de la edición parisina de Le Figaro donde remarcaban que Paris iba a recibir al reputado cocinero bilbaino en los siguientes días. Un lujo.
Oh, la- la…! Qué éxito tuvo sobre el escenario lleno de luces y espectáculo de La maison de la Mutualité nuestro plato estrella: Cebolla blanca, fondo de bacalao y pimiento verde. Sorprendimos a los franceses que allí se encontraban esperando ver un bacalao al pil-pil, muy bilbaíno, y se encontraron con nuestra interpretación más novedosa de la carta actual de Nerua.
F***ing Dinner: Nombre coloquial con el que denominan las cenas que se sirven en los mejores restaurantes de la ciudad donde cada chef-propietario invita a un chef internacional para servir una cena única en la que coinciden todos los astros para capricho de unos pocos. El Martes por la noche se alineaban Astrance (restaurante de Pascal), Nerua, Pascal Barbot y la noche Parisina bajo la magia de la luz de la Tour Eiffel. Una ocasión singular en la que los asistentes pudieron compartir la velada junto a nosotros y degustar platos que cocinamos de nuestra carta como: Bogavante, cebolla roja, fondo de lentejas y hojas de tajete o Calabaza con bergamota, galleta de “Enkir” y helado de cerveza.
Es un claro ejemplo del poder que tienen la ilusión y las ganas de hacer bien las cosas por encima del idioma, costumbre, o ideas conceptuales. Conocíamos al reconocido chef parisino que tiene 3 estrellas Michelin desde hace muchos años y sabíamos que era un grandísimo cocinero. Desde nuestra llegada a París nos ha cautivado con su dedicación y mimo. Ha sido muy fácil trabajar con él. Hemos vivido muy bonitos momentos en los que hemos podido compartir nuestras inquietudes gastronómicas, la pasión por el entorno y los productos que éste nos ofrece… hasta tuvimos tiempo para conocer a sus proveedores.
La cena fue una ocasión especial y sus clientes, acostumbrados a deleitarse con platos de L’Astrance, nos recibieron de la mejor manera posible: el restaurante estaba lleno de comensales entregados ante la fusión entre uno de los mejores chefs de mundo y el equipo de Nerua. Pascal es además de un gran cocinero una grandísima persona. Esta aventura queda en nuestro recuerdo y nos hace felices compartirlo. Merci beaucoup, Pascal!