Plasmando en imágenes nuestros sueños
Iván Miñambres llamó a nuestra puerta apenas unos meses después de abrir el restaurante y lo que comenzó siendo una pequeña colaboración se ha convertido en una afianzada relación de confianza. “Hoy en día hablamos de contenidos, pero no de la manera de hacer, porque ya está interiorizada”.
La chispa surgió cuando Iván descubrió nuestro plato ‘tomates en salsa, hierbas aromáticas y fondo de alcaparras‘. Junto con su socio en su productora Uniko, estaba buscando conceptos relacionados con el diseño para grabar un vídeo promocional y decidió que Nerua tenía que estar en él. “Les llamamos y les dijimos que nos había encantado. Grabamos el espacio, la elaboración del plato… Hubo feeling desde ese primer encuentro”.
Hasta entonces habíamos trabajado con otras personas, con las que habíamos conseguido hacer algo bonito, pero eso no es suficiente. Con Iván hicimos una apuesta. Éramos dos desconocidos con intereses comunes, que se divierten con lo que hacen. Y con él se encendió la bombilla. Encontramos a una persona que tenía esa sensibilidad y ese don de crear un lenguaje audiovisual asociado a la gastronomía, de poner cara a nuestros sueños, de plasmar en imágenes las emociones y de hacer algo divertido, inspirador, que nos define.
“Haber establecido esta relación de confianza con Josean es algo muy importante para nosotros. Que juntos podamos definir un concepto de comunicación es un honor. Hay cosas que hemos hecho con él que habría sido imposible hacer con cualquier otra persona, nos da libertad total para crear”.
Un restaurante como Nerua tiene muchas necesidades, sobre todo cuando hablamos de innovación, de crear un lenguaje, de desarrollar conocimiento, de poner en valor la experiencia, de divertir, de poner en valor un territorio, unos productos, de jugar con los valores tradicionales y evolucionarlos hasta tiempos actuales. El mundo se mueve por diferentes vías y la tecnología juega un papel muy importante en nuestras vidas, nos ayuda a llegar mucho más lejos.
“La cocina de Josean provoca emociones, sensaciones y recuerdos. Los contenidos audiovisuales ayudan a transmitir esas emociones de una manera diferente. Intentamos transmitir en imágenes todo lo que se vive en Nerua, para que la gente lo conozca. Queremos acercar esos procesos a la gente. Mostrar aquello que sólo ves y sientes cuando ves a tu ama cocinar, pero desde un ámbito profesional”.
Cuando repasamos los primeros trabajos que hicimos se nos escapa una sonrisa. Van pasando los años y nos damos cuenta de que hemos ido evolucionando, de que hemos creado un estilo. Todo es mucho más rápido y ágil, todo fluye. Hemos creado nuestro propio proceso de trabajo.
“Nuestro trabajo es otra patita más de Nerua. Somos muy cercanos a su filosofía, por lo que Josean no tiene que preocuparse por ello, sólo de seguir haciendo sus platos y de seguir creando, algo en lo que es único”.
Iván es capaz de leer entre líneas lo que hacemos en Nerua y de darle sentido. Con la paciencia necesaria para entender y potenciar lo que se vive en el restaurante, los procesos, las emociones. Y no es algo sencillo. “Cada plato que hacemos con él es un reto. Llegamos a esas recetas en un punto en el que todo ese conocimiento del producto y del entorno ya está hecho. Hay que plasmar en imágenes lo invisible. Es un reto que Josean sea capaz de transmitirnos todo lo que hay detrás de cada plato: cómo se idea, por qué ese punto de cocción, esa presentación, el concepto, las sensaciones que transmite… Lo más difícil es empaparse de todo eso que hay detrás”.
Los trabajos que hacemos con Uniko son un formato muy cómodo para viajar, para mover en redes sociales y no deja de ser una carta de presentación con cierto sentido del humor. “Nerua, como cualquier otro proyecto, está creciendo. Me gusta que no se quede estancado, que siempre quiera dar un paso más. Igual que en su cocina, también lo hace en comunicación. Hay que seguir pensando en cosas más grandes, pasito a pasito, sin dejar de compartir”.
Las empresas que apostamos por la innovación estamos abiertas a convivir con otras disciplinas, algo que también le parece esencial a Iván. Es un enriquecimiento mutuo continuo. “Lo bueno que tiene mi profesión es que aprendes muchísimo, es un aprendizaje constante. Si muchas de las empresas que existen funcionaran con el proceso, la exigencia y los estándares que tiene Nerua, las cosas irían de otra manera. Yo he aprendido de Nerua el cuidado en todos los detalles, la perfección absoluta en todo lo que se hace, y eso hace que crezcas como persona y como empresa”.