Catalunya en dos platos
Hoy no nos alejamos mucho de casa. Viajamos a Catalunya de la mano de una de las cocineras más reconocidas y con la que comparto pasión por los vegetales, Fina Puigdevall, chef del restaurante Les Cols.
Al preguntarle qué plato representa mejor la gastronomía catalana, no pudo elegir solo un plato. ¿Quién no ha comido un pan con tomate en Catalunya? Pura sencillez y puro sabor. “Es una comida muy frecuente en las casas catalanas”, asegura Fina.
El otro plato elegido por Fina como símbolo de la gastronomía catalana es la ‘Escudella i Carn d’Olla’, una sopa típica catalana que se caracteriza por utilizar en el hervido una pilota, una gran albóndiga alargada que una vez cocida, se corta a rodajas para repartirla entre los comensales.
La escudella es la sopa, un caldo obtenido del hervido de todos los ingredientes, colado y en el que se cuecen algunos fideos y un poco de arroz redondo. “Lo servimos en la carpa del restaurante todos los jueves de invierno al mediodía en un menú ‘low cost’”, explica Fina.
La pilota se elabora con carne picada mezclada con tocino, huevo batido, miga de pan o pan rallado, ajo y perejil, después, se enharina y se dora un poco antes de ser cocida. Para hacer el caldo se utilizan varias verduras y a veces también otros ingredientes como garbanzos, patata, butifarra negra o blanca, o diferentes tipos de carne y huesos que pueden variar según la región o la propia estación.
“Son dos platos que explican nuestra historia, son rurales, de payés, muy auténticos, tienen intrínseco la humildad de los campesinos de las tierras de La Garrotxa”.