Recorriendo Bizkaia entre viñedos
Para seguir evolucionando cada día, es imprescindible salir de nuestras cocinas. Salir para conocer nuestro entorno en profundidad junto con nuestros productores. Ver de primera mano lo que la naturaleza nos ofrece. Hemos tenido la oportunidad de recorrer Bizkaia de viñedo en viñedo de la mano de la bodega Itsasmendi. Su director, Gari Ríos, nos mostró cuatro de los viñedos que trabajan en el territorio y nos explicó la importancia del enclave de cada viña para aportar diferentes personalidades a la uva.
Trabajar con Itsasmendi nos permite presumir de nuestro entorno y de uno de sus rasgos más identitarios. Esta bodega aporta a Nerua raíces, cultura, identidad… Compartimos muchos valores: poner en valor nuestra tierra, la importancia del conocimiento, la colaboración entre disciplinas, la inquietud por innovar…
Tuvimos la oportunidad de conocer (y probar) los diferentes tipos de uvas con los que elaboran sus diferentes txakolis, marcadas por la situación de cada uno de los viñedos. «Nuestros vinos son pura naturaleza», asegura Gari. Porque la importancia para Itsasmendi no reside en la variedad de la uva, sino en el suelo, el clima y la filosofía del viticultor.
Con Itsasmendi aprendes a romper tópicos en torno al txakoli, te queda claro que no es un vino que tienes que consumir en el año rápidamente. Gracias al trabajo que hace Itsasmendi de viña, de reinterpretación de suelo, de adaptar los entornos y que esa variedad sólo sea una mera transmisora del clima, del suelo, del enclave. Respetando al máximo cada viñedo, consiguen no sólo que los vinos evolucionen, sino también que sus características se acentúen más. Hay potencial de guarda, son vinos de recorrido que nos hablan del terruño.
No sólo tuvimos la oportunidad de conocer las características de cada viñedo, sino también de probar el resultado del trabajo que se realiza en cada uno de ellos. Probamos su nº7 de 2011, 2012, 2013 y 2015. Cada añada es el reflejo de lo que ocurrió aquel año y el tiempo hace que esas características cojan aún más peso. La etiqueta del Itsasmendi nº7 se modifica cada año con una fotografía que refleja como fue ese año.
También pudimos disfrutar del txakoli dulce Urezti, que es producto de esa labor de escuchar y comprender lo que pasa en el campo, de prestar atención a la tierra. El viñedo pidió tiempo y ellos supieron tener paciencia. Gari y su equipo consideran de vital importancia estar siempre pendientes de la uva, para saber qué le pasa, qué necesita, qué quiere.
Gari nos dio la oportunidad de probar añadas del txakoli Artizar que aún no han salido al mercado. Artizar es un claro ejemplo de interpretar al máximo un terruño, de cómo ensalzar la tierra. Artizar está hecho para ser bebido con calma, con cautela, no es un txakoli de consumo popular para beber en una barra con prisa.
Itsasmendi se dio cuenta de que en sus viñedos más costeros la hondarrabi beltza y la pinot noir se adaptaban de una forma mucho más especial. Muchas más horas de sol permitían dan mayor madurez a la uva. Así nació Eklipse. Es volver a esos txakoli gorri que se hacían antiguamente para buscar en los tintos esa sutileza, esa liviandad.
Colaborar con personas con las que compartimos valores es fundamental para seguir creciendo. Esto tan sólo es un primer paso de lo que llegará. Amantes del txakoli, ¡atentos a nuestro blog!